lunes, 16 de marzo de 2015

Si si si.

Días tras noches fui notando las conferencias,
las decisiones paulatinas de guiar mis pies a su puerta,
las voces eran ajenas en el pasado,
el presente las abraza con tanta fuerza
que hasta he sentido el abrazo de vuelta.

He escuchado el renacimiento entre tiempos,
la auditoria de más de un inmigrante 
que al pasar de los latidos
                         no ha abandonado su hogar,
                              solo lo ha hecho más grande.

Ha resonado el quejido por volver,
        se han callado las ganas de quedarse,
he visto correr la cordura por la puerta
        porque nadie en la habitación la requería,
nos reímos mucho.... la lamentamos muy poco,
es fácilmente reemplazada 
por el dulce crepitar de las llamas.

Presencié inconsciencias compartir su sangre
al tremor de la madera, las cuerdas y el fermento,
vi la oscuridad acariciarnos a todos
mientras la educación cambiaba de faceta,

Lamentablemente...
no es todo al azar en esta historia,
pero espontaneamente
                     puedo contarte de repente
        que la escritura y el volumen
                   se han vuelto entre mi locura una musa
        se han vuelto esas voces mi cordura
mientras inconscientemente los pienso,
        los siento y aprecio
como las piedras que son en mi camino,
como la ceguera que tengo
        como la poca decencia que me han enseñado,
           como los dados en los que mis manos se han tornado...

Son esas voces mi blasfemia,
        mi noche y mi creencia,
            son esas voces 
                 las que no escucha mi cabeza...
                      son ellas
                              las tres afirmaciones con que todo empieza.