Plegarias lentas aúllan entre las fauces
del cuerpo en suelo,
Llamados a una nube hermosa que en su
mirada portaba la llave,
Mas su voluntad se encontraba lejos de mi
piel sin consuelo,
Aunque al sentir su tacto por brisa....
mi piel todavía estremece su anhelo
por las memorias de amor que en mi rostro
se hicieron tatuajes.
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