Cuestionar el día...
preguntarle al presente
¿qué pasará?
Darle cuerda a la mano
que nuestro cuerpo y mente
nunca se dejen de amar,
argumentarle a mi silencio
mientras me escurro en bossa,
reclamarle
¿por qué no me escurro de su boca?
¿Será que soy la sombra
la injuria silenciosa
dibujando lujuriosa
el trazo de un verso,
el suave beso
de las yemas de mi brisa,
el aliento sin prisa
al destil de un café
que de re-ojo se transpira?
¿Será que soy entre respiros
la maraña endebida
mi cursiva impropia
sus instantes en que arropa
mi esencia en cuero
mi consciente e idiota sonrisa
con que nuevamente muero?
Sí,
eso soy,
una sombra,
la tácita historia en la pared,
tan falsa... tan cierta...
y evidentemente a tus pies.
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