Otra taza de café,
más segundos que estrellas nuevamente,
sigue mi realidad
negándome la constelación que anhelo,
sigue dándome excusas,
retratos,
audios de viento
y ninguna duda
de que su sonrisa
es la tumba más hermosa
en el bosque.
Sorbo tras sorbo
la lluvia retengo en mi espectro,
trae versos de un hilo
que cose recuerdos,
tonos en gotas,
su tono
que me da
la verdad
de que solo le tengo
en versos.
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