lunes, 16 de septiembre de 2013

Lecciones

Aprendo y dicierno
un poco mejor cada Luna que pasa,
a veces cuando de su amparo carezco
al ser la acera un poco más almohada,
cuando lento intento relatar mi día,
o bueno...
                los momentos en que la sangre más corría,
víctima, nuevamente merecida,
de la íntima relación
entre el puñal y la herida,
que tal vez
se me refleje en el caparazón.

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