que con cada mierda,
cada caída,
un tono se añade a la cubierta
de mi vista,
tiñendo sangrienta la herida,
tatuajes gritando: -DESPIERTA,
el camino es experiencia
y escuela malparida-.
No hay piedra si no duele
y por ella "nadie se atreve"
se asustan del breve cruce de dimensiones
donde crecen bifuracadas las redes en dimensiones,
toman las piernas del vicio maldito
de "sentado esperar quien me saque del lío",
una hora,
dos semanas,
y vos buscando ver el sonido,
la mediocre ventana de que otro me traiga el alivio,
pues mis brazos nacieron muertos,
como pasivo el pensamiento,
hijo del babero que hace del sueño un mito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario