miércoles, 9 de enero de 2013

Hombre de aire.

Suena el silvido de un pájaro,
es la hora,
suenan las algarabías del bosque,
una nota...
Precisamente el locutor presenta los sintomas,
no desea ser nada, 
el desea ser todo, 
no busca el querer espesarse en la densa materia,
no anhela la cama del llanto, 
este abre las puertas donde encallaron suavemente los gritos,
escucha, escucha y escucha, 
porque aún en su silencio escucha su voz, 
y no de su boca, 
los colores del aire pintaron su mente 
para poder leer los sonidos, 
no esperó el pasado 
porque el futuro ya habia caducado, 
no decidió posponer el presente, 
decidio escapar del suelo
para poder tocar la planta de sus propios pies 
con sus manos verdes. 
fundió lo que era y lo que no, 
partió un pastel en medio, 
no quiso volver 
porque el golpe de su corazón resonaba fuera de si mismo, 
decidio respirar, 
decidio caminar, 
decidio al mismo tiempo, 
ser lo que nunca podrá de ser.

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