domingo, 21 de octubre de 2012

Cenas sin segundos ni terceros.

Veré en mi banca seca de esquina
Las tardadas horas con que venía,
Sobraré en las visitas de su coche
Por el tercero que mi sangre descose,
Y desgraciadamente para mi persona
No sabrá esta su papel en la toma,
Pues el discurso reprimido en labios
Velará sin candela su pobre rosario.

Y es que no será pena perdida
Si no es que se sangra la vida,
No habrá imagen bien hecha
De la sombra ya maltrecha.

Y es que para que despilfarrar
Las letras en tu fría libreta,
Si me arrepiento de abrir la boca
Cada silencio que me toca en la cena,
O los huecos del pasillo que más dan
Si las sabanas no aprietan,
Al soñar con caerme en tu sopa
De rizos ardientes y sed de mi presa.

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