y de valles que yo no visito.
me han contado de furiosas tormentas,
tenebrosas sequías y ventíscas sin chaketa,
parafraseando se han ido temporadas,
de hilos y retos y faldas deshilachadas,
conocimientos profundos de eruditos al
punto
de escuchar en el mudo la señal del apuro,
mas los relojes devolvieron al pobre
la voz
y el sabio su sonido por mucho aturdió,
esperanza y paciencia faltaron
por los vientos que sus labios soplaron,
espadas nuevas de filo sin pasado
desando ver sangre en valles lejanos,
deseo sin reflejo en las posas y lagos
del castillo que sin armas habían
conquistado.
Ciertas lunas han tatuado sus noches,
y entre pasillos ha escaseado ya el roze,
musgo de estrellas es decoración abundante,
sillas rotas, trofeos... las mantas de
amante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario