iba a cortar algunos hilos,
se predijo el renacer
de los seres en nuevos nidos,
se profetizó vanamente
la felicidad de cielo y tierra,
mas estos latidos y sangre
no son de tinta cualquiera,
son costura de muñeca
hechas por manos sinceras,
son más que frases de un día
por el viento de tarde perdidas,
se puede sentir en su música
colores en su firma de única,
porque cada verso tentado
fue por su amor redactado,
cada espera del caballero
su doncella vivía con anhelo,
esas oscuridades de tanto esmero,
trasnoches por tener de sus besos,
no callaron ni un segundo en el pecho
y con la distancia flaquearon mucho
menos...
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