domingo, 21 de octubre de 2012

Nuevamente Viejo

Hay letras en el armario, 
al otro lado del rosario,
con las conocidas cuerdas,
aquellas que si recuerdas,
mi sol de playa criolla,
mi Luna susurradora,
traen con ellas las botas,
el pasado de sangre que dota
la vida humilde del alma,
sus versos de humo me bañan
con sabiduría hermosa me calman,
con pasión quemadora que exalta.

Musas de rojos vestidos,
disfrazadas de guitarra y de vino,
embriagan el corazón de un bardo,
deseando ser todo menos santo,
ser infierno, olas... humano,
y tomarle a ese cielo la mano,
sacándole la luz a la pista,
visitando el Caribe en mi vista,
los valles y las tierras perdidas,
caballeros o reyes no cuentan
el movimiento fluido de'sta vida,
no abren del reloj sus puertas,
no corren la ventana p'al que pida
una moneda que quepa en mis brazos,
o este lazo con el que cierran mis labios.

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