traición encarnada por hambre,
por sed, lujuria y encanto,
mi boca y tu sangre a mi alcance.
Vientos viejos del pasado
distante,
redundancias y hechos parlantes,
películas... revolución sin linaje,
realeza perdida entre muchedumbre,
relevancia pasada a costumbre,
miran el baile campestre de vagos y
pobres,
miran tristes su vino perdido, su
nombre;
lloran lluvias que regocijan los campos,
crecen raíces y sus tallos con brazos.
Hoy loco deseo con palabras,
viendo que creció, que murió y resurgió,
los momentos e instantes
ignorantes,
sin poesía, sin rima ni Dios!!
Con hambre, furia y dolor!!
Paciencia no vuelvas aquí,
tu hablar no necesito ni quiero,
rojizo y sangriento salí,
del pozo en tinieblas donde caí,
imperantes soledad y maldad,
sufrimientos estúpidos,
es todo esto la normalidad,
el presente que se presenta como
infinito,
males incautos atormentan a gritos,
a tontos que no saben si es grande o
mejor,
no saben reconocer la vida ni su
sabor,
desconocen la pasión, el arte en
oscuridad,
carecen de ceguera y audición,
prominentes en juicios sin valor;
ellos quieren cielos
con centenares de pisos,
añoran el conocer materia,
no saber quien lo hizo.
Yo deseo el cuerpo y su fuego,
los labios, la piel y el sereno,
el agua, la sangre y el viento,
los pecados y bondades mi alimento.
Deseo las vueltas de un reloj infinito,
para nadar en la vida contigo,
formular paginas y vistas distintas,
enciclopedias pragmáticas vacías,
Te pido, un beso lírico prematuro,
no pensar en lo mío o lo tuyo,
lo desconocido por la piel de mis
huellas,
la mordida en el cuello que anhelas,
y un transporte ligero a las estrellas.
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