Será la brisa que me llama,
Un contra-viento de otra alma,
Voz de tres colores
y muchos más sabores,
Son varias realidades,
Percepciones y cualidades,
De las luces sin reflejo,
Sus espejos en que me veo,
Con sombra distorsionada,
Por mi vista despistada,
Mis letras muy apuntadas,
Fuera del rango con rima,
como el Platónico lo estima,
Creando ilusiones mal fundadas,
Rompiendo otras sin cimientos,
Sótanos ni conocimientos,
Amores desprovistos,
Oh que vida,
el tiempo lo ha visto,
Como se trata el flujo y su arrastre,
Sincopando con lo planeado,
Bajos bien marcados,
Y solos improvisados.
Y ahí vamos de nuevo,
Recomenzando desde el inicio,
La popular entrada
De corazones rotos
y
clavos mal sacados,
agujeros enormes,
cuales cráteres lunares,
atrayendo seres espaciales,
ajenos a sus terrenos,
preguntándose: ¿Qué haremos?
Sin respuesta oportuna,
Adiós dijo Fortuna,
Sin palabras se ha marchado,
Así como el aliento,
Su mirar y mi alimento,
Y así vamos de nuevo,
como
página de cuaderno,
a veces goza de su boca llena,
y muchas veces,
contrariamente a las estrellas,
la imaginación y la esperanza,
el silencio es el que la alcanza.
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