El pasto triste enfría,
Los deseos de llorar,
La blasfemia al gran Jah,
Acaricia un rostro roto
Por los pétalos de oro,
que adornan esos bellos ojos
Y en su caída me vuelven loco,
Que sueños angelicales,
Hicieron de mis pensamientos,
Soñadores
espaciales,
Inspiración del instrumento,
Palabras suaves del escritor,
Lienzo puro del pintor,
Pies inmortales del trovador.
Mano a mano el tiempo construyo,
Los segundos como cadena se forman,
Y hacen de ese paisaje tuyo,
la mirada hermosa que me trastorna,
la soledad que se transforma
en esperanza de ser cortina,
ser tu mesero sin propina,
probar el dulce aroma desde largo,
abstenerme de ese momento amargo
en el que se caigan las torres,
y desvanezcan los amores,
en el que mi playa se seque
junto a mi océano y mi queque,
ese que para tu cumpleaños
hice,
ese que un posible feo cisne
te construyo con aire de Marte
para que con un globo por el mundo
pueda gritarte sin estandarte,
y tal vez poder mirarte,
que siempre voy a amarte,
aunque me trague la tierra
o me parta una sierra,
aunque un rayo me despeine,
o bajo tu aire no me reine,
siempre vas a ser la brisa poderosa
la que me eleva como mariposa,
porque por ti respiro
de este aire bien fino,
por esa maravillosa brisa
es que mi corazón corre a prisa
cada vez que el momento se aproxima,
el instante en que tu mano y la mía
por fin se vuelvan momentáneas vecinas,
esa
escena en que quedo a tu merced,
como caballero ante la espada,
entregando todo y simple su ser,
para hacer feliz a su amada,
la hermosa doncella de sus ilusiones,
índice del cielo y sus constelaciones,
la luna entre sus cuartos menguantes,
llena y nueva en el corazón de su amante,
la que lo recibe en sus aposentos,
mas en mi caso...
no más que mi pensamiento,
¿¡pero qué más da!?
En esta vida va rodando el dado,
Y la esperanza es la famosa mano,
La que lo gira y nos mira,
Riéndose y mofándose,
De los pequeños soñadores
Que ilusionan ser los actores
de los filmes estelares
de los ángeles al acostarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario